Sobre la Pandemia y los niños.
Hace tres años, el tema era como entretener a los hijos en vacaciones de invierno... Hoy es como evitar que se angustien, mientras los padres están colapsados con trabajo, problemas económicos, por otro lado, los profesores ya no dan a basto con tanta exigencia laboral y finalmente los niños resienten esto además de estar sobre estimulados con pantallas, faltos de interacción con sus compañeros, falta de actividad física entre otros...
Si nos ponemos a pensar un momento, nos damos cuenta de que el problema, años antes, no era tan distinto al de hoy...
El estrés de los padres era el mismo pero no se veía porque lo dejábamos afuera en el trabajo. Los profesores ya estaban mostrando notoriamente ante los medios, la poca valoración de su trabajo (siendo que es de los más importantes de todos) y finalmente los niños, que ya hace 3 años se venía hablando de la poca actividad física (con consecuencias de obesidad infantil) el poco tiempo de actividad familiar con sus padres y el aumento en la ansiedad producto de la sobre exposición frente a las redes sociales....
Viéndolo desde este lado... Cuando hablamos de volver a la normalidad... ¿Realmente queremos eso? Ya se venía de tiempos anteriores esta pandemia de sobre exigencia, doble presencia laboral y el aumento en la ansiedad infantil...Podría ser entonces, que esta pandemia (maldita), sólo vino a reflejar como nos estamos auto destruyendo desde mucho antes que el coronavirus?
La pandemia de la desigualdad, de la sobrecarga laboral, de la dignidad, siempre estuvo entre nosotros y finalmente a través de un externo que los obliga a estar en casa, en revisar como estamos, donde están nuestras prioridades (que han sido construidas en base a una estructura desigual y competitiva)....Hoy más que nunca es tiempo de reestructurarnos desde nuestros reales objetivos, que son los básicos...salud, educación y techo digno.
Aprovechemos esta instancia para innovar, conocernos y sobretodo cuidarnos ya que hoy cuando tocan nuestra salud, es cuando más frágiles nos damos cuenta que somos... No somos inmortales, no somos mejores que otros. Aunque tengas todas las comodidades del mundo, el virus no discrimina. Te puedes contagiar de todos modos.
Aprendamos a vivir desde lo básico, desde lo prioritario, nuestra salud, nuestras buenas acciones y cuidarnos entre todos. Eso es lo que nos hace buenas personas y calidad de vida.
No queramos volver a la normalidad.